Conocer el estado de los sistemas eléctricos, de los cuales dependemos a diario, es vital para: en el caso de una empresa, prestar y mantener la continuidad de sus servicios y/o procesos productivos; y en el caso de los edificios residenciales, para mantener el funcionamiento normal de los servicios básicos que se entregan a una comunidad.
Contar con esta información es imprescindible a la hora de tomar decisiones como, por ejemplo:
Tipos de mantenimientos que se deben realizar.
Periodicidad con la que se deben realizar dichos mantenimientos.
Realizar modificaciones o mejoras de los sistemas eléctricos existentes, en base al estado de los equipos o subsistemas componentes de un servicio.
Esta información solo se obtiene a través de Instrumentos Analizadores de Calidad de Energía Eléctrica, los cuales registran cada uno de los valores eléctricos presentes en la instalación durante horas, días, o semanas, dependiendo del tipo de evaluación que se requiera.